domingo, julio 19, 2009

«Es el momento de entrar otra vez en el armario»

HE COPIADO INTEGRAMENTE EL ARTÍCULO DE LA RAZON DIGITAL DEL DIA 19 DE JULIO DE 2009, ME HA PARECIDO UNA BUENA ENTREVISTA EN LA CUAL SE VE REFLEJADA LA OPINION DE MUCHOS GAYS Y LESBIANAS Y COMO NO,TAMBIEN DE MUCHOS HETEROSEXUALES .AQUI QUEDA PUES , A CONSIDERACION DE TOD@S

Álvaro Pombo: «Es el momento de entrar otra vez en el armario»
19 Julio 09 - texto: Manuel Calderón (La Razón /España/)




Hay muchos escritores, pero pocos que actúen tan decididamente, hasta el histrionismo y sin ese sentido púdico de hablar flojito y para entendidos, sobre lo que pasa en el mundo y en su calle. Novelista, poeta, incansable estudioso de la filosofía y miembro de la Real Academia Española, Álvaro Pombo es un personaje tautológico: Pombo es Pombo y cuando habla se deja escuchar.


Escuchemos:

tiene ganas de hablar.-¿Por qué quiere entrar en el armario?-Es una decisión cómica, aunque yo no he cambiado ni de naturaleza ni de proyecto. Sí que he cambiado en un sentido, y es que el mundo reivindicativo gay se está poniendo muy pesado y es contraproducente para el movimiento mismo. Éste debe ser un momento de normalización y no de exacerbación porque no hay nuevas ideas.
-¿Normalización? Está empleando una palabra políticamente incorrecta.
-Yo apoyo la normalización del mundo homosexual, pero para que haya normalización tenemos que comportarnos normalmente, o no debemos hacer fiestorros como el del Día del Orgullo Gay. Es descabellado, porque lo que se subraya es justo la diferencia y si se subraya la diferencia una vez aceptada, lo que queda es el gueto otra vez. Claro que hay homofobia en España, pero la homofobia no se arregla saliendo treinta carrozas a la calle.
-Eso es ir «contranatura», por poner el título de su novela más abiertamente gay.
-Por eso volver a entrar en el armario es una metáfora visual de una especie de llamada a la prudencia, no al miedo, porque con setenta años no tengo miedo a casi nada, lo único que digo es que no nos conviene esa cosa estrafalaria. Así que frente a esa banalización, es el momento de entrar otra vez en el armario.
-¿Se lo piden el cuerpo y los años?-
Yo me he comprometido con los derechos de los gays hace muchísimos años, cuando casi no se hablaba de esto. Siempre he dicho que he estado fuera del armario, porque nunca lo he ocultado, desde que llegué a España de vuelta de Inglaterra en el año 1977 y con un libro como «Relatos sobre la falta de sustancia», que prologó José Luis Aranguren, que trata claramente el tema de la homosexualidad. Creo que soy una persona que tengo autoridad para decir que debemos repensarlo todo un poco.
-Después de todo, hablar de la homosexualidad es hablar del amor y de la amistad.
-Sin duda, no hay nada más, y es de lo que trataba mi libro «Contranatura». La heterosexualidad también trata del amor y la amistad. Lo que estoy planteando es ese dislate de fiestas con uniformes nazis.
-Usted se opuso a la utilización de la palabra «matrimonio» para las bodas gays.
-Sí, esas cursilísimas bodas... Me opuse a que se usara la palabra «matrimonio», pero si quieren emplearla... yo no puedo hacer nada.
-¿Intervino para que la Real Academia no la aceptara?
-He intervenido clarísimamente y dije que matrimonio no era la palabra adecuada, ¡pero es que además es una estructura social anticuada! El asunto estaba en que legislativamente, si no utilizas la expresión matrimonio, es como si se pierde categoría. Pido que los homosexuales hagan un esfuerzo de normalización, que no es volver a ser todos heterosexuales. ¡Como si quieren hacer unos sanfermines gays! Insistir demasiado en la diferencia es un error.
-Debe ser algo de su generación, pero la palabra culpa no está en su vocabulario.
-Yo estoy liberado del sentimiento de culpa, que es un lenguaje que se empleaba en Europa entera hasta los años 60. Tal y como están las cosas, la metáfora de entrar en el armario no va mal. Es que se ha llegado a hablar de «outing» forzoso, que es obligar a todo el mundo que lo sea a declararse públicamente homosexual. No me parece mal que lo hicieran los políticos, eso sí, si quieren. Yo no quiero que nada me clasifique.
-Ni como un hombre religioso.
-Si hablamos de amor y amistad no entra en contradicción con mis creencias religiosas. Los homosexuales más sensatos que conozco están más o menos en mi línea. Me llama la atención que no haya nuevas ideas y sí en el feminismo, que reflexiona sobre qué hacer con los hijos, cómo educarlos, o cómo compaginar la vida profesional con la familiar.
-Por cierto, ¿cómo educar?
-Los niños, desde muy jóvenes, tienen que tener una educación competente. Hay que educar con firmeza; no que todos estudien sus asignaturas, sino que aspiren a la excelencia. Las diferencias que se ven entre gente de veinte años que estudia con entusiasmo y quien no lo tiene es absolutamente abismal. Me parece que si hay un territorio hacia donde dirigir nuestra energía es hacia la educación seria, la educación para la convivencia, la lectura, la música, la literatura. Yo no veo un gobierno con una política educativa fuerte, veo mucho politiqueo.
-¿Qué le sugiere Zapatero?
-Le voté en la primera legislatura y luego voté a Rosa Díez porque me parecía que estaba siendo frívolo, ligero, y no me gustaba su retórica. Creo que no se puede hablar sólo de una política de derechos civiles; hay que acompañarla de una estructura económica sólida. Leí hoy mismo un artículo de Paul Krugman donde dice que va a haber una mejora de las condiciones económicas y financieras pero con desempleo. ¿Y qué pasará en España? ¿Cinco millones de parados? Creo que estos temas deberían ocupar más espacio en la conciencia nacional. Por eso el mundo gay me parece una broma.
-La promesa del 68 se ha cumplido: la juventud ha tomado el poder.
-Pero no es sólo achacable a este Gobierno. Hay una mala idealización de la juventud, como si siempre tuviera razón a la manera de «il Duce ha sempre ragione». Pero, primero, la juventud no siempre tiene razón, y, segundo, es un estado transitorio. Por ejemplo, todas las protestas sobre el plan Bolonia: llega junio y desaparecen. La juventud debe ser consciente de que lo importante es que se tienen que formar bien. ¡Es que luego no voy a tener un empleo!, dicen. Pero vas tener una cabeza bien montada y un corazón.
-¿Obama de quién es un personaje?
-Quizá de Kierkegaard. Creo que Obama siempre ha pensado que podría perder y ha tenido una actitud cauta. A mí lo que más me interesa de Obama no es su «glamour», y eso que es muy «cool» y su mujer y sus hijas y el perro... Pero lo que es divertido de ver en Obama es lo cauto que es, lo ha desmostrado en Rusia e Irán. Eso es la prudencia política, que es una virtud clásica. -Para terminar, le pongo un ejercicio: una casona en Santoña, agosto de 1937, se oye algo de Puccini y luego un chistu... Continúe, por favor.
-(silencio) Podríamos tener un personaje dividido en dos: que recordase los textos de José Antonio Primo de Rivera sobre la gaita y la lira y sus peligros y que pensara que el chistu era la expresión de un nacionalismo exacerbado que iba a empequeñecer; y luego ese mismo personaje pensando que toda esa música era extranjera y que, por lo tanto, España era un país sin música, que no había salido musicalmente de las regiones. Haría un personaje a medio camino entre el falangismo y el nacionalismo vasco.


Un ordenado caos de humo y librosQuizá los sueños de Álvaro Pombo sean como la estancia en la que lee, escribe, piensa, fuma y duerme: un caos envuelto por un elegante polvillo dorado. ¡Pero qué orden! No saldrá de este espacio donde los libros crujen en una estructura inestable durante todo el verano, dedicado a escribir, de cinco a nueve de la noche, todos los días. Él se siente poeta y cree que es ahí donde tiene su voz más verdadera: si se le oye recitar se entiende por qué Pombo sólo puede ser Pombo. Ahora acaba de publicar «Los enunciados protocolarios». Su obra narrativa se dio a conocer, en 1983, con «El héroe de las mansardas de Mansard», al que le siguió «El metro de platino iridiado» en 1990. Con «La fortuna de Matilda Turpín» ganó, en 2006, el Premio Planeta

sábado, enero 26, 2008

DE NUEVO SOLTER@




La relación ha terminado, te separaste, nada parece unirlos, puede que incluso estén peleados, pero las cosas no son tan fáciles por fuera como por adentro. Claro que no. Porque miles de lazos invisibles te atan a tu ex-pareja, miles de pequeños hilitos que se rompen y rápidamente se unen de nuevo: seguro que muchos vienen "de afuera", pero los más duros, los más difíciles, los que se estiran como una goma y no se acaban nunca, esos, no dudes que vienen "de adentro".


Por un lado está la depresión, que es rabia e ira contenidas que se vuelcan hacia adentro, éste es el momento justo para examinar la situación. Por el otro, aparece todo lo nuevo, lo imprevisto, lo inmanejable de la nueva soltería, gente nueva, grupos nuevos, salidas, reuniones, bailes y la tan temida soledad.


Te sientes capaz de enfrentar el desafío sin mirar todo el tiempo hacia atrás? Veamos los síntomas que te estarían indicando que no, que la separación real no se concretado en una "separación interior".


Primero ya lo dijimos: Depresión y Ansiedad. Luego también puede expresarse en alteraciones del sueño: dormir poco, insomnio, dormir mucho, somnolencia. En general toda somatización posterior a la separación debe entenderse siempre en relación a ésta, como por ejemplo: problemas cardiacos, sexuales, estomacales, de piel. Hay una serie de conductas muy claras que revelan infaliblemente ese estado de "no corte", ese estado de unión inconsciente: saboteo inconsciente o racional a todas las posibles relaciones amorosas nuevas, temor y resistencia a la intimidad, proyección de los problemas antiguos a toda relación nueva: la insostenible falsa creencia de que todos los hombres. . . todas las mujeres. . . todas las parejas. . . . ¡son iguales!

Si la situación se vuelve rápidamente crónica es porque ya es verdaderamente un "duelo bloqueado" y se endurece y se enquista cada vez más en cada intento frustrado.


Muchas veces se observa el mantenimiento de secretas relaciones con la ex -pareja con una negación del daño que eso pueda causar. En casos aun más graves aparecen dificultades serias: parálisis psicológicas -pese al deseo de estar más activa-, pensamientos suicidas prontamente reprimidos que vuelven una y otra vez, dietas que pueden llevar a la anorexia o a la bulimia, como un esfuerzo torturante para estar a la moda y muchas veces un volcarse racionalísticamente a un trabajo incansable y abusivo que configura el típico síndrome del “workaholic": el adicto al trabajo.


Y no olvidemos tampoco a aquellos que viven soñando secretamente una venganza, o peor aun, los que desperdician su tiempo y su vida en un intento vengativo, que cuando no termina en la crónica policial, tiene siempre un componente altamente destructivo, avalado muchas veces por racionalizaciones jurídicas y apoyados por profesionales que nunca comprendieron el deterioro emocional que estas venganzas producen.


Este verdadero agotamiento emocional es el responsable de que, la mayoría de los nuevos separados, rehuyan el contacto íntimo aun cuando lo deseen fervientemente, dejando perplejos a los demás con sus contradictorias conductas. Esto se ve a veces en las páginas de internet, cuando alguien que aparenta ser invitador y afectivo, tierno y cálido, responde con miles de evasivas y agresiones a las invitaciones realizadas, encontrando siempre "la quinta pata al gato" o el "pelo en la leche" que nos impide volver a empezar. El cybermundo de internet, la magia impresionante de la web, hace que una persona pueda contactarse con cientos y quizás miles de personas en pocos meses. Cada nueva frustración reactiva y profundiza la herida.


Por todo esto es conveniente afirmar que, en cuestiones de separación, es importante reflexionar muy profundamente en qué grado y medida esa separación está efectivamente hecha, no sólo por no dañar a los demás, que se acercan ignorantes del verdadero estado de la relación, sino porque estas idas y vueltas son el peor remedio, el peor veneno que encadena y sepulta al presunto separado en una eterna y permanente frustración. Que lo encadena eterna y cruelmente a la monótona repetición con la misma persona del mismo drama sin solución.


Y esta reflexión, que debe ser profunda y sincera, tiene que incluir sin duda alguna las opiniones calificadas que tantas veces nos resistimos a escuchar. Esa opinión dada con cariño amistoso que sólo puede abrir la puerta para una nueva reconexión con el mundo.



[basado en un artículo de Licenciado Norberto Litvinoff, Psicólogo y Sociólogo, Bs. As., Argentina]


martes, enero 08, 2008

impotencia,disfuncion eréctil ,"o no dar la talla"


Se llama miedo a la impotencia — el temor de no poder lograr y mantener una erección — puede impedir que un chico tenga y mantenga una erección. Le pasa a la mayoría de los hombres en algún momento en sus vidas, y entender las causas del miedo a la impotencia puede ayudar a que muchos superen este temor


Cuando un chico está excitado sexualmente, la sangre llega al pene más rápido de lo que sale, lo que se llama vasocongestión. Esto es lo que causa una erección — el pene se agranda y se endurece. Cuando una persona siente ansiedad se producen cambios físicos en su cuerpo, incluso el endurecimiento de los vasos sanguíneos. En los hombres, esto dificulta que la sangre llegue al pene y puede ser difícil lograr o mantener una erección.Otros factores que pueden impedir que se tenga o mantenga una erección incluyen falta de atracción por la pareja, una imagen negativa de su cuerpo, baja autoestima, problemas en una relación, o el uso de alcohol o drogas. Ciertas condiciones, como la diabetes y algunos medicamentos tales como ciertos antidepresivos, también pueden causar problemas con las erecciones.Si bien la mayoría de los hombres ocasionalmente tiene problemas para tener una erección, cuando ocurren con frecuencia, es una buena idea consultar con un profesional de la salud, porque puede haber muchas causas diferentes.


El miedo a la impotencia puede convertirse en un círculo vicioso: un hombre se pone ansioso porque no puede lograr una erección, lo que causa problemas eréctiles, lo que a su vez lo pone aún más ansioso. ¿Pero qué es lo que provoca la ansiedad en primer lugar?A menudo, la ansiedad de lograr un buen desempeño sexual se basa en las presiones sociales. Las películas, la televisión, las revistas e incluso las conversaciones con amigos o en el vestuario pueden hacer que un chico se pregunte si está a la altura de las circunstancias: si su pene es suficientemente grande, si acaba demasiado rápido, si puede satisfacer a su pareja.Estas mismas fuentes nos pueden hacer pensar en el sexo de una manera muy limitada. En nuestra cultura, muchas personas piensan que el sexo no "cuenta" si no hay penetración. Y si un chico siente ansiedad puede no lograr una erección, en cuyo caso no habrá penetración, lo que puede hacerlo sentir como un fracaso. De la misma manera, puede sentir frustración si él o su pareja no tiene un orgasmo. Esta visión del sexo en la que hay un objetivo determinado, puede significar mucha presión para los chicos — y las chicas también. Podemos empezar a compararnos con las imágenes que presentan los medios o con amigos y temer que, cuando se trata de sexo, no cumplimos con las expectativas.


Haciéndole frente

Reconocer la influencia que la sociedad tiene en nuestra vida sexual es tan sólo una de las maneras de combatir el miedo a la impotencia. Hablar sobre nuestras ansiedades o deseos también puede disminuir la presión y ayudar a los miembros de una pareja a resolver juntos un conflicto.

Es importante que tanto los chicos como sus parejas acepten los problemas de erección como una parte normal de su vida sexual y no permitan que la ansiedad torne las relaciones sexuales más complicadas y menos placenteras.

Si un chico tiene problemas para lograr o mantener una erección, la pareja puede dejar de intentar tener relaciones y participar en otro tipo de juegos sexuales que no requieren una erección — como por ejemplo besarse, tocarse, tomarse de la mano o hacerse masajes. No importa el tipo de juego sexual en el que participen, debe resultar cómodo y agradable. Si la pareja comienza a sentirse ansiosa o preocupada, pueden parar o probar otra cosa. Además, dejar de tener como "objetivo" el sexo con penetración o el de lograr un orgasmo puede hacer que los juegos sexuales sean más estimulantes y reduzcan el nivel de presión en la pareja.


Cuanto más sabes ...Cuanto más se sabe sobre el miedo a la impotencia, más fácil es manejarlo. Podemos pensar sobre las expectativas que existen en la sociedad sobre el sexo y hablar con nuestra pareja sobre cómo algunas de esas expectativas pueden ser intimidantes y poco realistas. Podemos mejorar el nivel de comunicación con nuestra pareja para que los juegos sexuales sean más placenteros y cómodos. Y podemos aprender más sobre nuestros cuerpos y qué tipo de juegos sexuales preferimos. Saber más sobre nosotros mismos nos da la capacidad de tener una sexualidad sana y una relación feliz.

martes, octubre 23, 2007

LOS PROBLEMAS DE PAREJA MÁS FRECUENTES




Durante una relación de pareja son muchos los problemas que pueden aparecer, llegando a poner en peligro la estabilidad y llegando, en el caso más extremo, a ocasionar la ruptura.

Falta de comunicación La falta de comunicación es una de las mayores dificultades con las que se encuentran multitud de parejas. Ésta, lleva asociados otros problemas como pueden ser la monotonía o la falta de confianza para hablar sobre ciertos temas o problemas que vayan surgiendo.

No aceptación por parte de la familia El rechazo de la familia a alguno de los dos miembros de la pareja puede jugar un papel muy importante en el desarrollo de la relación, que puede terminar en ruptura de la pareja o en distanciamiento de la familia.

Insatisfacción en las relaciones sexuales Las relaciones sexuales influyen de forma determinante en la vida de una pareja. La insatisfacción de alguna de las dos personas y, sobre todo, la falta de diálogo sobre este tema, muchas veces por vergüenza o por miedo a hacer daño al otro sólo consigue agravar la situación.


Amor dolido del pasado Puede ocurrir que alguno de los dos miembros de la pareja no haya olvidado a un amor del pasado. Esto, va a impedir que la nueva relación se desarrolle y avance con normalidad. Otro de los problemas asociados a éste son los celos que se pueden generar. Falta de compromiso El grado de compromiso que adquiere una pareja tiene que estar acorde con el grado de compromiso personal que quiere dar cada uno. Si éstos difieren mucho pueden aparecer dificultades, debido a que las expectativas que se han creado no se van cumpliendo.

jueves, septiembre 20, 2007

NO ME GRITES POR FAVOR.


Toda la razón se pierde cuando se alza la voz.


No me grites, por favor.


Una de las grandes dificultades a las que se enfrentan las parejas es su incapacidad para bajar el tono a las peleas.


En estos casos, lo deseable es que alguno tenga la capacidad de apaciguar, de buscar una salida, pero si uno de los dos no reconduce la discusión, lo normal es que la bola de nieve aumente de tamaño y las cosas se hagan más difíciles.


Este problema es especialmente complejo si un miembro de la pareja es muy crítico y el otro muy sensible, la dinámica que se va a dar es la de crítica frente a un estado defensivo.


Por otra parte, hay personas con una incapacidad manifiesta para relacionarse, normalmente por traumas afectivos o de intimidad durante la infancia, y estas personas se autodefienden evitando las relaciones íntimas con otras personas, ante el temor de que sólo les cause daño.
En el lado opuesto se encuentran los que necesitan de su pareja para superar sus problemas. Si una persona está con una pareja estable y siente que tiene un problema y que no puede contar con ella, entonces su soledad es doble.


Lo esencial es aprender a discutir sólo por conflictos razonables. Sólo cabe solucionar lo que tiene remedio, y el resto, sobrellevarlo.



Al final, dos no discuten si uno no quiere.

miércoles, septiembre 19, 2007

FIJACIONES Y COMPLEJOS SEXUALES MASCULINOS.


De la obsesión por la pureza imposible al temor a una adecuada respuesta sexual. El miedo a ser comparado.

En ocasiones, la evolución vivida en las etapas iniciales del desarrollo sexual se traduce en fijaciones y complejos sexuales en la etapa adulta, pero son cuestiones distintas.
Por ejemplo, una fijación sería la búsqueda de la pureza y ternura de la madre o profesora inalcanzable. Esta fijación suele ser un acicate para el desarrollo de una sensibilidad exorbitada que utiliza el arte como modo de sublimación.


A lo largo de la adolescencia se mantiene la diferenciación entre el amor platónico y el amor sexual. De hecho, es común tener novia/os y amiga/os, siendo cada relación enmarcada rígidamente y definida como platónica o sexual. Esta dicotomía es consecuencia de una revolución hormonal de tal magnitud que descoloca temporalmente al adolescente. Su mente tardará tiempo en asimilar lo que está pasando en su cuerpo.


La fijación adolescente por antonomasia es el ‘donjuanismo’. El disfrute de la sexualidad y la falta de compromiso una vez se ha conseguido una nueva conquista son sus dos características. La sexualidad se vive como un deporte, para el que el hombre está preparado, pero necesita continuo entrenamiento.


Cuestión bien distinta son los temores, siendo el más común el miedo a la impotencia. Se dice que lo más apropiado sería hablar de: disfunciones eréctiles ¿Por qué? Porque la impotencia tiene muchas variedades: pueden ser completas, parciales, situacionales, ocasionales. Las preocupaciones, el cansancio, el consumo excesivo de alcohol o drogas, pueden contribuir a la impotencia. Pero si bien las causas físicas están presentes, los motivos psicológicos son determinantes, porque reflejan la incapacidad del hombre de mostrar su esencia creadora, su energía vital.


El segundo temor es la eyaculación precoz y que afecta tanto a jóvenes como adultos. La razón de la eyaculación prematura es generalmente psicológica, por lo tanto sería apropiado descubrir las causas y ansiedades de la persona, porque para un hombre controlar su eyaculación es seguridad y a la vez relajación. Esta disyuntiva hace que surjan conflictos en el hombre entre la entrega y a la vez control de si mismo.


Otro de los temores más frecuentes, el tercero, es no comportarse a la altura de la situación. El temor de no ser considerado aceptable, experto o a la altura del momento. Este temor refleja la inseguridad latente, interior, de todo hombre hacia el rechazo y fracaso por carecer de técnica o considerar la misma poco efectiva. La comparación es un tema delicado, porque lamentablemente, como en todos los terrenos de la vida, siempre habrá más expertos que nosotros y también menos expertos que uno. Es una cuestión de tiempo, experiencias, preparación.


El cuarto temor es el tamaño de su pene. Esta ansiedad en su mayoría inconsciente, se basa a que asocia el tamaño del pene con el placer: a mayor tamaño, mayor placer.

martes, septiembre 18, 2007

ORGASMO MASCULINO


Orgasmo: es aquella situación de placer producida tras el estimulo sexual, el pene llega al clímax de excitación, finalizado con la eyaculación de semen normalmente ya que también puede haber orgasmo sin llegar a eyacular en algunos casos.De forma general se dice que el orgasmo del hombre y la eyaculación son lo mismo. Se han realizado estudios donde confirman que el hombre puede tener orgasmo sin eyaculación o viceversa aunque es común que se dé en forma paralela a veces es por eso que se suele decir que es la misma cosa.

¿ Hombre multiorgasmico ? Se debe considerar que la mayoría de las veces los hombres tras la eyaculación siempre que siga excitado, el pene se mantendría erecto, por ello se cree que el hombre entonces, podría tener más de un orgasmo en el coito, como la mujer.

El orgasmo que se manifiesta con la eyaculacion en el hombre, es el normal y común, pero se dá también un orgasmo que se centra en la próstata, generalmente se da en las relaciones entre homosexuales masculinos ya que se estimula tras la penetración anal. Aunque no es requisito para sentir este placer, pues una pareja heterosexual también puede experimentarlo siempre y cuando ambos estén dispuesto a probarlo y sin prejuicios de tocar estas zonas.

El Deseo, la Excitación y el Orgasmo El deseo sexual al igual que otras necesidades básicas del ser humano, como el hambre, la sed, etc. son manifestados por órdenes que el cerebro envía. En la parte del deseo sexual, el cerebro funciona de manera especial. Se ubica en una zona donde se controlan las emociones. Al ser promovidos por intereses sexuales, esta parte del cerebro comienza a trabajar e induce el apetito sexual, esa necesidad de sentir satisfacciones con el cuerpo. Es así como en algunas ocasiones nos sentimos más sensuales, más eróticos, como también por motivos de estrés o de depresiones o de malas experiencias sexuales, nos produce rechazo.


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