sábado, enero 26, 2008

DE NUEVO SOLTER@




La relación ha terminado, te separaste, nada parece unirlos, puede que incluso estén peleados, pero las cosas no son tan fáciles por fuera como por adentro. Claro que no. Porque miles de lazos invisibles te atan a tu ex-pareja, miles de pequeños hilitos que se rompen y rápidamente se unen de nuevo: seguro que muchos vienen "de afuera", pero los más duros, los más difíciles, los que se estiran como una goma y no se acaban nunca, esos, no dudes que vienen "de adentro".


Por un lado está la depresión, que es rabia e ira contenidas que se vuelcan hacia adentro, éste es el momento justo para examinar la situación. Por el otro, aparece todo lo nuevo, lo imprevisto, lo inmanejable de la nueva soltería, gente nueva, grupos nuevos, salidas, reuniones, bailes y la tan temida soledad.


Te sientes capaz de enfrentar el desafío sin mirar todo el tiempo hacia atrás? Veamos los síntomas que te estarían indicando que no, que la separación real no se concretado en una "separación interior".


Primero ya lo dijimos: Depresión y Ansiedad. Luego también puede expresarse en alteraciones del sueño: dormir poco, insomnio, dormir mucho, somnolencia. En general toda somatización posterior a la separación debe entenderse siempre en relación a ésta, como por ejemplo: problemas cardiacos, sexuales, estomacales, de piel. Hay una serie de conductas muy claras que revelan infaliblemente ese estado de "no corte", ese estado de unión inconsciente: saboteo inconsciente o racional a todas las posibles relaciones amorosas nuevas, temor y resistencia a la intimidad, proyección de los problemas antiguos a toda relación nueva: la insostenible falsa creencia de que todos los hombres. . . todas las mujeres. . . todas las parejas. . . . ¡son iguales!

Si la situación se vuelve rápidamente crónica es porque ya es verdaderamente un "duelo bloqueado" y se endurece y se enquista cada vez más en cada intento frustrado.


Muchas veces se observa el mantenimiento de secretas relaciones con la ex -pareja con una negación del daño que eso pueda causar. En casos aun más graves aparecen dificultades serias: parálisis psicológicas -pese al deseo de estar más activa-, pensamientos suicidas prontamente reprimidos que vuelven una y otra vez, dietas que pueden llevar a la anorexia o a la bulimia, como un esfuerzo torturante para estar a la moda y muchas veces un volcarse racionalísticamente a un trabajo incansable y abusivo que configura el típico síndrome del “workaholic": el adicto al trabajo.


Y no olvidemos tampoco a aquellos que viven soñando secretamente una venganza, o peor aun, los que desperdician su tiempo y su vida en un intento vengativo, que cuando no termina en la crónica policial, tiene siempre un componente altamente destructivo, avalado muchas veces por racionalizaciones jurídicas y apoyados por profesionales que nunca comprendieron el deterioro emocional que estas venganzas producen.


Este verdadero agotamiento emocional es el responsable de que, la mayoría de los nuevos separados, rehuyan el contacto íntimo aun cuando lo deseen fervientemente, dejando perplejos a los demás con sus contradictorias conductas. Esto se ve a veces en las páginas de internet, cuando alguien que aparenta ser invitador y afectivo, tierno y cálido, responde con miles de evasivas y agresiones a las invitaciones realizadas, encontrando siempre "la quinta pata al gato" o el "pelo en la leche" que nos impide volver a empezar. El cybermundo de internet, la magia impresionante de la web, hace que una persona pueda contactarse con cientos y quizás miles de personas en pocos meses. Cada nueva frustración reactiva y profundiza la herida.


Por todo esto es conveniente afirmar que, en cuestiones de separación, es importante reflexionar muy profundamente en qué grado y medida esa separación está efectivamente hecha, no sólo por no dañar a los demás, que se acercan ignorantes del verdadero estado de la relación, sino porque estas idas y vueltas son el peor remedio, el peor veneno que encadena y sepulta al presunto separado en una eterna y permanente frustración. Que lo encadena eterna y cruelmente a la monótona repetición con la misma persona del mismo drama sin solución.


Y esta reflexión, que debe ser profunda y sincera, tiene que incluir sin duda alguna las opiniones calificadas que tantas veces nos resistimos a escuchar. Esa opinión dada con cariño amistoso que sólo puede abrir la puerta para una nueva reconexión con el mundo.



[basado en un artículo de Licenciado Norberto Litvinoff, Psicólogo y Sociólogo, Bs. As., Argentina]


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ME ha gustado muchisimo tu blog, volvere a leerte de nuevo, un besito

Pasión

3:56 a. m.  
Blogger Patri said...

donde andas?

8:27 a. m.  

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